Salimos de Caldas de Luna y ya vemos lo que será luego la salida del barranco:
Subimos camino del Cirbanal y las vistas empiezan a ser impresionantes:
Los cinco del día:
Abandonamos el camino que lleva al Cirbanal y bajamos hacia la entrada del barranco:
Aquí se puede apreciar lo encajonado que es el barranco durante casi todo su recorrido:
Disfrutando de uno de los toboganes:
Una de las cosas que más me gusta de los barrancos es poder ver cosas así, que de otro modo sería imposible:
Ya en la salida, último rapel: