Corredor Noroeste de Peña Castil

Dejamos el coche algo más arriba de los Invernales del Texu y nos ponemos a caminar a eso de las 07:30, a fin de intentar coger la nieve lo más fresca posible y porque la predicción de la AEMET daba mejor tiempo por la mañana en Picos de Europa, aunque luego no fue así, incluso mejoró un poco por la tarde. El principal problema, la nieve, terriblemente blanda y paposa que nos hizo tardar 4 horas hasta el inicio del Corredor hacia Peña Castil. Aquí ya vemos La Terenosa y un Pandebano cubierto de nieve; al pisarla ya empezamos a darnos cuenta de lo que nos espera. Al fondo, vemos el Neverón de Urriello y Los Albos:

Llegamos hasta Collado Vallejo, no sin dificultades y vemos el Urriello:

A la altura de las Traviesas, abandonamos el camino de Urriello y empezamos a subir hacia los Jous del Carnizoso con una nieve que no mejora. Samuel y Helio haciendo lo que pueden:

Menos mal que algunas vistas nos compensan, como esta del Neverón y el Diente de Urriello:

O esta otra del Jou Lluengo y los Albos:

Subiendo hacia los Jous del Carnizoso, sobre todo en las partes más empinadas, a veces la nieve mejora algo y podemos progresar un poco mejor:

Un vistazo hacia abajo:

La torre del mismo nombre:

La Morra:

El Urriello detrás de la Morra del Carnizoso:

La Morra del Carnizoso:

El Jou del Carnizoso. La nieve otra vez muy blanda. Hacía años que no oía tantos cagamentos seguidos:

Helio llegando a la entrada del corredor. A la entrada hay un resalte, un bloque empotrado, que si la nieve es escasa puede ser algo difícil de superar y que nos obligue a quitar los crampones:

El Jou desde el bloque empotrado:

Y comenzamos a subir. Al principio es un poco más empinado, unos 40-45º. Luego suaviza algo, a unos 35-40º Afortunadamente la nieve ya está dura, completamente helada en algunas zonas:

El Corredor o Canal. Siempre escuché el nombre de Corredor, pero parece más bien una canal algo empinada. Habría que verla sin nieve:

Una vista subiendo:

Hacemos toda la subida en sombra, aunque el sol intenta asomar tímidamente:

Progresando, cuando la pendiente ya suaviza un poco. En esta altura nos llevamos un buen susto. Empezaron a caer piedras de hielo de diversos tamaños, algunas bastante grandes del tamaño de un puño, a una velocidad espectacular, rodando y rebotando. Oíamos el silbido del aire cuando pasaban cerca nuestro. No nos queda otra opción que clavar el piolo y tirarnos al suelo. Me da una en la mochila y siento el tirón, a Samuel en una pierna y Helio para una con el casco, la cual hace un ruido que se oye por todo el corredor. Nunca pensé que me iba a alegrar tanto de llevar el casco puesto:

Final del corredor. Llevábamos el arnés puesto, por si teníamos que asegurar en algún punto, pero no fue necesario, ¿O será que fuimos algo inconscientes?

Ya en la cima, las vistas son espectaculares. Lastima de la bruma. En el sentido de las agujas del reloj, Peña Vieja:

Tiros Navarro y delante el Cuchallón:

La Morra y delante la Torre del Oso:

La Torre del Carnizoso:

Al fondo, un poquito del Llambrión y La Palanca:

El Tiro del Oso:

Urriello:

El Neverón de Urriello:

Los Albos:

La Jascal, Cabezo Lleroso, el Cuetón:

Peña Maín:

Empieza el Oriental. Creo que el del fondo es el Valdominguero, pero tengo alguna duda.

La Pica del Jierro y la Morra de Lechugales:

El Cortés y el Prao Cortés:

El Valle de Las Moñetas y el Cordal de Juan de La Cuadra:

Ya bajando por la normal, vemos Cabeza de los Tortorios. Se ve un montañero en la cumbre con el que posteriormente nos cruzaríamos:

El Oriental, desde la horcada de Camburero. Aquí si se ve bien el Valdominguero a la izquierda, pero en la otra foto tengo dudas:

La normal de Peña Castil desde Cabeza de los Tortorios:

El Valle de Las Moñas, por donde bajaremos a Pandebano:

Cabeza de las Moñas:

La derruida Majada de las Moñas, casi cubierta por la nieve:

La Canal de las Moñas, con un grupo que bajaba delante:

Y el Pico Deboru bajando por la Pista de Pandebano:

Solo queda comentar que nos acercamos a la Cueva del Hielo, pero había un murallón de nieve blanda, una caída hacia la cueva de unos 65-70º y no nos atrevimos a bajar; parecía que iba a desprenderse en cualquier momento. Estuvimos valorando bajar con la cuerda, pero era tal la cantidad de nieve acumulada y también que se veían algunas gritas, que finalmente optamos por la prudencia.