Habíamos estado hace apenas 3 semanas, pero es tal la belleza de este cueva que no me pude resistir a volver. Entramos por el rapel volado de la campana y salimos por la estrecha chimenea que baja hasta el curso de aguas de Valporquero. Lo más bonito, sin duda, la Laguna de Perlas.
Camino de la entrada:
Descolgándonos por la campana, uno de los rápeles volados más impresionantes:
El vapor que tantas veces se forma y nos impide hacer fotos:
Impresionantes formaciones las que nos vamos encontrando a lo largo de toda la cueva:
El paso que nos lleva a la laguna de Perlas:
En la laguna de Perlas:
La chimenea, muy estrecha al principio, que nos lleva al curso de aguas de Valporquero:
90 metros que fraccionamos en 2 rápeles:
Ya a la salida de la cueva:
Las cascadas por las que bajaremos hasta el río Torio:
Mi hijo Kike:
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