Del Tapinón al Siegalavá

Sábado 20 de Junio. Pedro, Rocío, Trasgu y yo mismo nos fuimos hasta Tuiza, en principio sin una idea muy clara, más bien como otras veces, ir hasta allí, ver el panorama y pensar en algo que hacer. En esta ocasión, elegimos la cresta que separa el Tapinón del Siegalavá, la cual todos la teníamos pendiente y ya había salido en anteriores conversaciones.

La cresta, abierta en 1943 por E.Martínez y E.Ribera, como ya es habitual en Ubiña tiene la roca bastante descompuesta. Hay que extremar las precauciones en todo momento debido a la baja calidad de la roca y la consecuente caída de piedras. El casco es imprescindible.

Las fotos son de todos.

Salimos de Tuiza camino de la collada del Viso, bastante temprano para aprovechar las horas más frescas en la subida al Tapinón:

Antes de llegar al Viso, nos desviamos para subir por las Colgás, donde un bonito sendero nos lleva a la base del Tapinón:

Subiendo por las Colgás:

Ya en el Tapinón, vemos el Siegalavá, delante de Ubiña la grande y el cresterío hasta los Fontanes:

Vamos hasta el final del Tapinón y enseguida vemos la canal por la que descenderemos. Destrepamos unos pocos metros hasta el primer rapel. Dividimos el rapel en dos, de 15 y 30 metros, ambos con cordinos lazados en bloques. La primera parte se podría destrepar sin mucha dificultad, pero la mala calidad de la roca hace que nos decidiéramos por el rapel. La segunda parte ya es más complicada, con un rapel ligeramente volado. En ambos casos, el mayor riesgo está en la posible caída de piedras por los movimientos de la cuerda:

Primer rapel. Con una cuerda de 30 metros:

Segundo rapel. Dos cuerdas de 30 metros:

Aquí, donde terminamos de rapelar, vemos a la izquierda de la foto la canaleta que deberíamos de tomar para subir a la cresta. No tiene ningún jito:


Nosotros nos confundimos; se intuía un sendero bajando por la canal, por lo que bajamos otros 100 metros hasta que tomamos un hombro a nuestra derecha para subir de nuevo a la cresta. Al darnos cuenta de nuestro error, dejamos las mochilas y repetimos el recorrido, esta vez ya por el itinerario correcto:

Recogemos las mochilas y continuamos por la cresta. Pasos aislados de II+/III-:



Algunos pasos, como esta vira, son verdaderamente espectaculares:

Ultimas trepadas para subir ya al Siegalavá:





Ya en el Siegalavá, vemos la cumbre del Tapinón:

En la cima. Apenas hay aire, pero el calor tampoco es excesivo. Excelente día para hacer montaña:

Bajando del Siegalavá. Malditas praderías. Resbalones y culadas casi continuas en algunos sitios. Por algo se dice "resbala tanto como la hierba del Siegalavá"